El turista chino es la gran esperanza para muchos destinos, entre ellos los europeos. Pero algunos indicadores muestran una ralentización en su comportamiento. Australia ha sido uno de los destinos preferidos para los chinos en los últimos 10 años, con crecimientos anuales de visitas del 16% de media. Sin embargo, durante el último ejercicio fiscal (acabado en junio de 2019) las llegadas de chinos a Australia han crecido un 0,8% (hasta 1,3 millones), según datos del organismo Tourism Research Australia.
Esta ralentización indica que la desaceleración económica en China está incidiendo en los viajes de sus turistas. La guerra comercial con EEUU ha afectado a la economía del gigante asiático. Australia es un destino relativamente cercano para los chinos, que reservan una media de 43 noches en el país y gastan cerca de 9.000 dólares por viaje.
Para Australia es un dato preocupante, puesto que los chinos y los neozelandeses son sus principales visitantes. Entre los dos mercados totalizan 2,6 millones de turistas anuales, el 30% de todos los visitantes que recibe Australia y de los ingresos del país por turismo. El país oceánico cuenta con un mix turístico bien proporcionado, porque el resto de visitas se distribuyen entre EEUU, Reino Unido (a la baja por la incertidumbre del Brexit), otros países asiáticos y europeos.
La preocupación que despierta la caída de visitantes chinos en Australia tiene que ver con el gasto turístico que realizan en el país cada año: 11.900 millones de dólares, un cuarto de todo el gasto turístico que se realiza en Australia. Se trata del gasto más elevado por nacionalidad del turista y no es superado por neozelandeses, estadounidenses o británicos.