La OMT cuantifica cuánto CO2 emite el transporte

El sector del transporte turístico duplicará sus emisiones de CO2 en 2030, según un informe de la Organización Mundial del Turismo (OMT), que se hizo público durante la COP25, la conferencia del medio ambiente celebrada en Madrid durante las últimas semanas.

El informe de la OMT estima que las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con el transporte turístico alcanzarán los 1.998 millones de toneladas en 2030, el año hasta el que se ha extendido el estudio del organismo de las Naciones Unidas para sus cálculos. Esta cantidad es un 103% superior a la registrada en el año 2005 y un 25% más que la calculada en 2016 y se debe, fundamentalmente, a la mayor demanda mundial de viajes.

El sector aéreo es el que más emisiones de CO2 lanzará a la atmósfera en el periodo que queda hasta 2030. El avión es el medio de transporte principal en los desplazamientos de larga distancia, donde se prevé que emita 616 millones de toneladas de CO2 en 2030. Sin embargo, en los viajes domésticos, el coche es el vehículo con mayor tasa de emisiones, hasta 627 toneladas se prevén en 2030, frente a las 376 del avión en vuelos domésticos.

Por regiones, África será la que mayor crecimiento en las emisiones de dióxido de carbono tenga en 2030 (62%) en los viajes internacionales, seguido de América (42%), Asia y el Pacífico (47%), Europa (46%) y Oriente Medio (36%). Los incrementos más importantes de las emisiones se producirán en las regiones con economías en desarrollo y dónde se esperan mayores movimientos de pasajeros al extranjero, como África, Asia (las ciudades con el aire más contaminado del mundo están en Asia) y América. Sin embargo, en términos absolutos, los países europeos son los que mayores emisiones de dióxido de carbono lanzan a la atmósfera, con 255 millones de toneladas previstas para 2030. Por eso, no es de extrañar que la Unión Europea (UE) se haya planteado crear impuestos para los vuelos dentro de su espacio (y también que la UE dé pasos para controlar la masificación turística).

El informe de la OMT no contempla las emisiones producidas por los cruceros, aunque menciona estimaciones realizadas en 2016 que las sitúan entre 20 y 30 toneladas anuales. Esta cantidad se refiere sólo al desplazamiento de los barcos, sin tener en cuenta las actividades necesarias para los cruceros, que generan otras emisiones de forma indirecta.

La OMT concluye que de todas las emisiones que el turismo lanza a la atmósfera, el sector aéreo es el que más contribuye a ello (40% de las emisiones), seguido del coche (32%) y los alojamientos (21%). El estudio también destaca que las emisiones de CO2 de los transportes relacionados con el turismo suponen el 22,8% de todas las emisiones mundiales realizadas por transportes del tipo que sean, como por ejemplo de mercancías.

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