MADRID.- La Policía brasileña ha detenido a tres hombres por violar a una turista extranjera en la ciudad de Río de Janeiro el 30 de marzo, según han informado las autoridades cariocas. El suceso ocurrió alrededor de la 1.00 de la madrugada, cuando la mujer y su novio, también extranjero, cogieron una camioneta para que les trasladara desde Copacabana a Lapa junto a otras personas.
En un punto del trayecto, el conductor de la camioneta y un compinche obligaron al resto de los pasajeros a bajarse y esposaron a la pareja para violar a la mujer y dar una paliza al hombre. Además, robaron sus tarjetas de crédito y sus teléfonos móviles. Después, agotaron el saldo de las tarjetas de crédito, llenando el depósito de combustible de la camioneta y comprando bebidas alcohólicas, y fueron al apartamento que la pareja había alquilado en Sao Gonçalo para conseguir más. De camino a Sao Gonçalo, una tercera persona, que de acuerdo con los testigos consultados por la Policía brasileña era el cobrador de la camioneta, se subió al vehículo y violó a la mujer. Finalmente, los dos turistas extranjeros fueron liberados en la Región Metropolitana tras permanecer casi seis horas retenidos por estas tres personas, según ha informado la cadena O Globo.
Este caso de violaciones enturbia los esfuerzos que Brasil está realizando para aparecer como un destino seguro frente a los próximos eventos que se celebrarán en el país: el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016. Este caso de violación reproduce los sucedidos en Acapulco (México) y la India.
Brasil ha puesto en marcha el programa Unidad de Policía Pacificadora (UPP) con el que ha logrado expulsar a las bandas de crimen organizado de 30 de las más de 500 favelas de Río de Janeiro, casi todas ubicadas en áreas vecinas a los lugares que recibirán los visitantes durante el Mundial y los Juegos Olímpicos. Cosa diferente es dónde han ido a parar estas bandas y desde dónde pueden ejercer ahora su actividad. Esta política ha beneficiado a cerca de un millón de personas en las comunidades que recibieron las UPP y también se han reflejado en un descenso en los índices de criminalidad de Río de Janeiro. Como en todas las ciudades del mundo (incluidas Nueva York o Madrid), Río de Janeiro es una capital segura en la que también se cometen crímenes. A pesar de lo que se pueda pensar, no es la ciudad más violenta de Latinoamérica (título que ostenta Caracas [Venezuela]). Según el Instituto de Seguridad Pública, entre enero y octubre de 2012 el total de asesinatos alcanzó su menor nivel en 21 años, al registrarse 3.342 casos en Río de Janeiro (cuya área metropolitana alberga más de 6 millones de personas [en Madrid viven 3 millones de personas y su tasa de homicidios fue de 1,3 por cada 100.000 habitantes en 2011]), frente a los 3.595 del mismo período de 2011.