MADRID.- La Comisión Europea ha aceptado la moratoria de un año en el cobro de los derechos de emisión de CO2 por parte de las aerolíneas extranjeras que operan en Europa. Sin embargo, esta decisión ha levantado ampollas entre las compañías comunitarias, que tendrán que seguir pagando religiosamente.
La Asociación Europea de Aerolíneas Regionales (ERA en sus siglas en inglés) y la Asociación Internacional de Transportirstas Aéreos (IACA) han pedido la suspensión del cobro de los derechos de emisión para todas las aerolíneas, incluidas las comunitarias, hasta que se llegue a un acuerdo mundial en el marco del OACI, el organismo que aglutina a todas las autoridades de aviación civil. Las aerolíneas europeas están molestas por lo que consideran un agravio comparativo, ya que mientras las firmas externas a la UE no pagarán, las comunitarias tendrán que soportar un sobrecoste.
Las aerolíneas vienen abonando, desde prinicipios de 2012, una tasa por la emisión de CO2 que producen. La UE concedió un conjunto de derechos a las compañías por los que no debían pagar. Cuando sobrepasan estos límites es el momento en que deben comprar estos derechos de emisión.