MADRID.- La presión de EEUU y de China han podido con la política de emisión de CO2 de la Unión Europea (UE). Connie Hedegaard, comisaria de Acción por el Clima, ha explicado que la Comisión Europea ha decidido paralizar temporalmente el cobro de la tasa por las emisiones de CO2 a los vuelos que despeguen o aterricen fuera de territorio comunitario.
China había prohibido a sus aerolíneas que abonasen esta tasa, en vigor desde principios de 2012, algo con lo que también había amenazado EEUU. La versión oficial de la CE es que se ha tomado esta decisión para facilitar un acuerdo internacional que que recorte las emisiones de los aviones. La realidad es que las presiones de la industria aeronáutica han hecho su efecto sobre la CE.
Sin embargo, en esta batalla hay perdedores. De momento, los aerolíneas que operen con vuelos dentro de la UE seguirán pagando la tasa por emisiones de CO2. Es decir, sólo quedan exentos los vuelos que vengan de fuera de la UE o los que salgan de la misma. De esta forma se crea una ventaja competitiva para las aerolíneas extracomunitarias frente a las comunitarias, que a sus costes deberán sumar los de la tasa por emisión de CO2.
Tasa para disminuir las emisiones
A principios de 2012 entró en vigor la inclusión del sector aéreo en el mercado de emisiones de la UE. Este mercado funciona de forma parecida a la bolsa. Las aerolíneas contarían con unos derechos de emisión de CO2 por los que no pagarían. En caso de que sus emisiones sobrepasasen ese tope, deberían adquirir más derechos en el mercado, abonándolos. Si la aerolínea no llegaba a su límite de emisiones, podía vender los derechos sobrantes en el mercado. Esta medida, en la que también se incluyen otros sectores industriales, tiene como objetivo conseguir recursos para luchar contra el cambio climático y conservar el medio ambiente, pero también para obligar a las firmas a ser más eficientes en sus emisiones.
Ahora se deberá discutir la creación de una tasa para toda la industria en el seno de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Hedegaard ha advertido de que si no hay pacto internacional para la próxima asamblea de la OACI, prevista en otoño de 2013, “volveremos automáticamente a donde estamos ahora”, es decir, a la aplicación unilateral de la tasa por parte de la UE a las aerolíneas extranjeras.
La decisión de Bruselas debe lograr el respaldo formal de los Gobiernos y de la Eurocámara. Además de EEUU, China e India, otros 26 países exigían a la UE que suspendiera su legislación. IATA, la patronal internacional de las aerolíneas, ha celebrado esta decisión.
