Las agencias no quieren pagar más por vender los billetes de las aerolíneas de IATA

MADRID.- Las agencias de viajes están muy descontentas con la decisión de IATA, la asociación internacional de líneas aéreas, de elevar la cuota que cobra a las agencias en un 25%. Las agencias de viajes están obligadas a afiliarse a IATA para poder vender billetes de las compañías aéreas que forman parte de esta asociación (la mayor parte de ellas, tradicionales y no de bajo coste). Por esta adhesión a IATA, la asociación cobra una especie de comisión a cada agente. Para una agencia, pertener a IATA es casi obligatorio si quiere vender billetes de firma como Iberia, British Airways, Air Europa o Lufthansa, por poner varios ejemplos.

En una decisión que se tomó los pasado 11 y 12 de octubre, IATA ajustará sus comisiones globales al cambio de tipo del franco suizo, que ha obtenido ratios muy altos en los últimos meses, al considerarse una moneda refugio ante la crisis del euro. Michael Durrieu, presidente de Gebta Europa, una asociación de agencias de viajes de negocios, explica que los agentes “experimentarán un incremento medio del 25% en la cuota” por pertenecer a IATA. Durrieu considera que, con la actual crisis que azota el continente, esta decisión “carece de justificación”.

Además, desde Gebta aseguran que este cambio en la cuota no está relacionado con ninguna mejora en los niveles de servicio que ofrece la asociación de aerolíneas. Las agencias de viajes consideran esta subida “inaceptable”, máxime cuando en los últimos años las aerolíneas han conseguido reducciones en sus gastos administrativos gracias a la centralización de los servicios de IATA en Madrid y al cambio hacia el billete electrónico.

Estos ahorros se concretan en unos cargos un 78% menores en concepto de BSP. Éste es un sistema que emplean agencias y aerolíneas para cobrar los importes de las ventas de billetes. Funciona como una especie de banco en el que, a grandes rasgos, las agencias, cuando venden un billete, depositan el dinero cobrado en el mismo, y al final de un periodo determinado se realiza una liquidación: la aerolínea cobra esos importes, menos la comisión que haya fijado con la agencia de viajes.