MADRID.- La nube de ceniza volcánica que desprende el volcán islandés Grimsvötn sigue evolucionado en los cielos de Europa. Durante el marte, más de 500 vuelos tuvieron que ser cancelados en el Norte del Reino Unido e Irlanda por las altas concentraciones de ceniza en los cielos, según Eurocontrol. El recorrido de la nube de ceniza ha variado en las últimas horas y se prevé que ocupe los cielos del sur de la península escandinava, Dinamarca y partes del norte de Alemania. La Oficina Meteorológica de Reino Unido cuenta con mapas en los que estima el recorrido de la nube. A pesar de las cancelaciones, éstas suponen un porcentaje mínimo de los 28.000 vuelos programados en Europa para el martes.
Además, ningún país europeo prevé cerrar su espacio aéreo de forma total. Eurocontrol piensa que las cenizas seguirán desplazándose “posiblemente” hacia el sur hasta llegar a Francia y España, quizá el jueves, aunque “es difícil de concretar ahora porque las previsiones (meteorológicas) no son precisas para el final de la semana”. En nuestro país se han cancelado 15 vuelos durante el martes, la mayor parte con destino en el Reino Unido. AENA ha abierto un espacio en su web para informar sobre la evolución de la crisis y los derechos que asisten a los pasajeros.
Eurocontrol ha explicado que la erupción del volcán Grimsvotn continúa, pero con una menor intensidad que en días anteriores, por lo que la ceniza está menos concentrada. La agencia también señala que en las zonas donde la concentración de ceniza es baja resulta seguro volar, mientras que donde hay altas concentraciones la mayoría de compañías deciden no operar o son los propios estado quienes establecen restricciones a los vuelos.
En abril y mayo de 2010 otro volcán islandés provocó una nube de ceniza que obligó a cerrar el espacio aéreo europeo, provocando cuantiosas pérdidas a las aerolíneas y las empresas relacionadas con el turismo. La UE no prevé en la actual crisis cerrar los cielos de la unión, aunque todas las posibilidades están abiertas. La erupción del volcán ha afectado al presidente estadounidense Barack Obama, que se encuentra de gira por Europa. También podría incidir, en función de su evolución, en la final de la Copa de Europa de fútbol que se celebra en Londres el próximo sábado. Y es que los equipos y aficionados deben llegar por aire a la isla británica.