Una divertida película protagonizada por grandes actores, lo cual le confiere un interés y una intensidad mayor de las que el guión, per se, habría soportado. Es decir, la película en sí no vale mucho, pero es gracias a estos actores que podemos disfrutar de una carga emotiva que nos permite hacernos una idea de los sucesos que tuvieron lugar realmente en la Inglaterra del siglo XVI. Algo que podríamos experimentar a otros niveles leyendo los libros de Suzannah Dunn. Pero puestos a disfrutar del cine… os propongo ver esta película.
La película cuenta la turbulenta historia de las hermanas Bolena: Ana (en la imagen) y María, que interpretan las actrices Natalie Portman y Scarlett Johansson. Hijas de un hombre ambicioso y fácilmente manipulable por su hermano, el tío de las niñas. Hombres movidos por una exagerada necesidad de poder y de conquistar un mejor nivel social, abandonan toda noción de honor y deciden convencer a las jóvenes de conquistar el amor del rey Enrique VIII. Las chicas abandonan su apacible vida en el campo y se trasladan a la Corte donde se espera de ellas que se conviertan, al menos una, en la amante del rey. Al principio les cuesta vencer una natural reticencia a convertirse en prostitutas a cambio de mejorar la vida de su familia, pero pronto se ven envueltas en el peligroso y apasionante mundo de la Corte, repleto de intrigas, traiciones y malas intenciones, lo que desencadena una rivalidad absurda entre las hermanas para conseguir los favores del rey. Un paso en falso de Ana otorga a María un lugar en la cama de Enrique y queda embarazada… lo cual beneficia a la astuta Ana, quien consigue el tiempo suficiente para eclipsar a su hermana y a la legítima reina: Catalina de Aragón. Pero su ambición ya desatada, no encuentra límites y decide no detenerse hasta ser coronada reina de Inglaterra… en un marco en el que el país se encuentra presa de luchas internas y serios problemas económicos, que generan hambrunas y epidemias. El pueblo no entiende la actitud de su rey, que es capaz de apostatar de su fé, romper con Roma y declararse cabeza de la Iglesia, dibujando una nueva religión bajo el nombre de Iglesia anglicana. Ello repercute en serias divisiones tanto entre sus allegados como en el mismo pueblo llano, que no sabe a qué atenerse.
La historia de la película se desarrolla muy rápidamente y no se detiene en matices o apreciaciones de ningún calibre hasta terminar con la decapitación de la ambiciosa y desesperada Ana Bolena, quien tras muchas intrigas, mentiras y trucos desesperados por conseguir salirse con la suya, es abandonada por la suerte, para dejar a una Isabel, huérfana y tan trastornada como su madre… quien en el futuro sería protagonista de otra aventura igualmente apasionante y delirante de la historia de Inglaterra.