Aunque el Gobierno español ha renovado los Expedientes de Regulación Temporal del Empleo (ERTE) para sostener el empleo, al menos dos cadenas hoteleras y un hotel de lujo han comenzado a despedir a sus trabajadores. A través de los ERTE, las empresas afectadas por el parón económico provocado por el coronavirus pueden suspender el contrato de trabajo de sus empleados, conservando su empleo, lo que les permite ahorrarse sus salarios mientras que los trabajadores van al paro y cobran una prestación que paga el Gobierno.
Entre los hoteles vacacionales, la cadena mallorquina RIU está a la espera de lo que ocurra este verano. Según las cifras facilitadas por la compañía, de una plantilla total en España de 3.869 empleados, 2.175 están en situación de ERTE, el 56% de su fuerza laboral. Desde la empresa aseguran que quieren reincorporar a su plantilla, pero no pueden anticipar ninguna política de empleo, ya que hay muchas incertidumbres en el mercado turístico a medio plazo. La reactivación de los viajes puede llegar si se aprueba el certificado de vacunación europeo, que facilitará la movilidad de las personas vacunadas contra el coronavirus en la Unión Europea. Cadenas como RIU tienen una alta dependencia del turista extranjero y también del viajero español.
NH Hoteles es otra de las empresas que en las últimas semanas ha propuesto reducciones de empleo. La compañía preveía dos bloques de despidos: uno que incluía a 295 empleados de la sede española y otro que se dirigía a su central de reservas, donde trabajan algo más de un centenar de empleados. Tras un periodo de negociaciones y protestas, la empresa despedirá a 187 trabajadores y en la central de reservas ha paralizado los despidos para renegociar el convenio colectivo y modificar los salarios. Según los datos de la empresa, en 2019, NH contaba con 11.463 empleados.
El tercer gran hotel que ha anunciado despidos es The Westin Palace, un 5 estrellas gran lujo en Madrid, propiedad del fondo inversor Archer Hotel Capital y operado por la hotelera Marriott. El hotel ha explicado que la decisión de despedir a cerca del 43% de la plantilla (152 de un total de 346 trabajadores) está relacionada “con la protección del futuro del hotel a largo plazo”. Los sindicatos señalan que la empresa también ha propuesto una importante variación de las condiciones laborales y que el alojamiento ha estado recibiendo ayudas públicas desde el inicio de la crisis. Los representantes de los trabajadores piden que se retire la propuesta y que se utilicen las vías legales recogidas en la legislación laboral española para buscar una solución que no genere pérdidas de empleo.
La otra gran hotelera española es Meliá Hotels, que admite tener a 3.800 trabajadores en situación de ERTE en España. La compañía tiene 39 hoteles abiertos y prevé incorporar 71 más hasta junio y 20 más en el periodo septiembre-diciembre. “En estos momentos no prevemos cambios significativos o extraordinarios en la plantilla, más allá de lo que es habitual y propio de la evolución natural y de la gestión, y esperamos recuperar nuestra plantilla a medida que se reactive el negocio y, por tanto, la demanda”, han indicado fuentes de la empresa. Meliá ha comenzado a vacunar contra el coronavirus a sus empleados de los hoteles de República Dominicana, una actividad que llevará a cabo bajo un programa del gobierno dominicano.
Casual Hotels, empresa de alojamientos urbanos temáticos con establecimientos en Italia, Portugal y España, tenía intención de despedir a 70 empleados de su plantilla, compuesta por 120 trabajadores. Al final, diversos medios han publicado que el número de despidos asciende a 25 personas y que algunos contratos indefinidos han pasado a ser contratos fijos de temporada. En la página web de Casual Hotels explican que durante el año 2020 la empresa logró una refinanciación de 4,5 millones de euros a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO). “Además de nuestra liquidez , podremos pasar el año 2020 sin problemas y si la economía florece como tiene que hacerlo en 2021, no tendremos ningún inconveniente”, indica el texto. Puede que se deba a las nuevas oleadas de Coronavirus o al lento ritmo de vacunación, pero Casual no parece capaz de superar este periodo sin daños. Los sindicatos han llevado estos despidos a los tribunales y el juicio se celebró el 25 de marzo.
La cadena Room Mate, del empreario Kike Sarasola, ha reabierto 12 de sus 26 hoteles en los últimos meses. Es difícil saber cuántos de sus 1.000 empleados están en activo, porque desde la compañía han declinado compartir esa información, pero la empresa reconoce que “uno de nuestros objetivos es proteger a nuestros trabajadores y evitar los despidos”. Esta cadena ha conseguido un préstamo de 15 millones de euros del fondo de inversión Atitlán para seguir funcionando, dinero que tendrá que devolver en un año. También es la única empresa hotelera que, de forma pública, ha optado a un préstamo del fondo de rescate gestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales(SEPI). Este fondo ya ha rescatado a empresas como la aerolínea Air Europa (475 millones de euros), vendida a Iberia, o la fusión de agencias de viajes Ávoris (más de 300 millones). Room Mate ha enviado la información solicitada por SEPI para optar al rescate y el proceso de concesión puede durar unos 6 meses.
Según Exceltur, la asociación que agrupa a las grandes empresas del sector, 755.000 trabajadores del turismo seguían en ERTE en marzo de 2021. Los hoteles vacacionales se encuentran entre los negocios más perjudicados por la falta de viajes, con un 88% menos en ventas durante el primer trimestre de 2021 respecto al mismo periodo de 2019. Por su lado, la caída en facturación en los hoteles urbanos es algo más suave, con 76,2% menos de ventas en el mismo periodo. Un ligero aumento de los viajes de negocios puede estar detrás de esta leve recuperación.
En Barcelona, el Gremi d’Hotels, la patronal hotelera, estima que el 90% de los empleos directos generados por el sector hotelero (unos 35.000) están en ERTE y el 70% de los hoteles de la capital catalana siguen cerrados. Desde la asociación indican que hay demasiadas incertidumbres de cara al verano y valoran que el sector hotelero no será tan dinámico como antes de marzo de 2020, a corto plazo. “Posiblemente, las plantillas se redimensionarán en función de la evolución de la situación”, asegura un portavoz del Gremi.
Con información de Beatriz de Lucas Luengo.