MADRID.- El balance del turismo en los siete primeros meses del año muestra una constante ralentización con respecto a 2011, un año que fue bueno gracias a los efectos de la “primavera árabe”. El supéravit (diferencia positiva entre ingresos y gastos) de la balanza de pagos turística se sitúa en 17.459,3 millones de euros en los siete primeros meses del año, un 1,7% más, según los datos del Banco de España.
Sin embargo, esta diferencia no se debe a unos mayores ingresos, ya que el flujo de divisas de los turistas que han llegado a España se ha situado en los 23.877 millones de euros, un 0,65% más en los siete primeros meses del año. Por su lado, los pagos de los turistas españoles en el extranjero han sido de 6.417,7 millones entre enero y julio, un 2,3% menos. Es deicr, gracias a la reducción de pagos de los españoles, el superávit ha podido aumentar.
La conclusión que se obtiene de estos datos es que la entrada de ingresos turísticos se está parando, aunque aún quedan por conocer los datos de agosto, el mes turístico por excelencia. Es probable que la comparación con el año pasado no sea muy positiva, ya que en agosto de 2011 se celebró en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud, que congregó a millones de turistas en la capital y que también aprovecharon para conocer otras regiones de España.
Esta tendencia a que el superávit crezca por menores pagos también se nota en julio. En el séptimo mes del año, los ingresos que dejaron los turistas internacionales en España se situaron en 5.607 millones de euros, un 2,2% más, mientras que los pagos de los españoles se quedaron en 1.211,4 millones, un 4,8% menos. Ello arroja un superávit de 4.395,6 millones, un 4,4% más, pero muy influido por la reducción de gastos de los nacionales.
La limitación del gasto de los españoles también muestra que los viajes al extranjero se han reducido este año o que los mismos se han concentrado en el mes de agosto.