MADRID.- Las principales organizaciones empresariales del mundo turístico se han reunido en la III Cumbre del Turismo Español para exponer los problemas a los que se enfrenta el sector y las soluciones para crear una industria más competitiva. El evento lo ha organizado la CEOE, que ha remitido a José Manuel Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo, el documento de 35 páginas con las conclusiones del mismo para “que sean oídas”, en palabras de Joan Gaspart, presidente del Consejo de Turismo de la CEOE.
En el documento se recogen medidas en función de las diversas áreas que cubren las actividades turísticas: aviación, hotelería, hostelería, ocio, alquiler de coches, etcétera. Sin embargo, también contiene una serie de puntos comunes que bien podrían aplicarse a la economía española en general. Por ejemplo, la reducción del IVA que se aplica en el sector y su homogeneización. A este respecto, Joan Molas, presidente de la patronal hotelera CEHAT, ha comentado en la Cumbre que Soria le reconoció que el estado del déficit hacía imposible una reducción del impuesto. Sin embargo, las empresas del sector piden la creación de un nuevo tipo reducido del 5%, siempre que no se pueda llegar al superreducido del 4%.
En cuanto a la homogeneización del impuesto, la CEOE se refiere a que los servicios de hostelería y transportes pagan un 8% de IVA, mientras que las agencias de viajes se ven obligadas a abonar el 18% del tipo general. Esta disparidad es la que quiere finiquitar la propuesta de la CEOE. La idea que se esconde tras esta rebaja impositiva no es que las empresas turísticas paguen menos IVA. Como cualquier empresa, las compañías del sector hacen de intermediarias en la recaudación del IVA para Hacienda, sea del tipo que sea. Si necesitan comprar suministros o bienes en el mercado, abonarán el IVA estipulado que después podrán deducirse. De lo que se trata es de que el consumidor perciba que los precios son menores, lo que podría fomentar la demanda. Ello llevaría también a un incremento de la recaudación.
Otro de los puntos abordados en el documento es la homogeneización de la normativa turística. Como el turismo es una competencia de las comunidades autónomas, hay diecisiete legislaciones distintas sobre los particulares del mismo. Ello hace que una empresa con interés en trabajar en diversas regiones tenga que estar muy pendiente de la regulación concreta en cada una de ella, lo que genera un coste y una distorsión del mercado. La reforma de la negociación colectiva es otro de los caballos de batalla de los empresarios turísticos y de todos los demás en general. También piden reducir el coste del despido para equipararlo a la media de la Unión Europea.
Además, el documento incluye otras propuestas en ámbitos más políticos, como la simplificación, agilización e inmediatez en la gestión de los visados turísticos, sobre todo para ciudadanos rusos y asiáticos, donde las empresas del sector quieren captar más adeptos para el turismo nacional.