MADRID.- A punto de cumplirse dos meses desde la desaparición del vuelo MH370 de Malaysia Airlines (ocurrido el 8 de marzo) no se sabe absolutamente nada sobre el paradero final del aparato. El Gobierno malayo ha publicado el primer informe sobre la desaparición del vuelo con 239 personas a bordo, del que se concluye que los controladores aéreos esperaron cuatro horas a lanzar la operación de búsqueda y rescate tras perder la pista del aparato.
El informe muestra que los controladores tardaron 17 minutos en advertir que MH370 había desaparecido de sus pantallas. La desaparición del vuelo se produjo en el momento en que el avión debía ser controlado por los profesionales del espacio aéreo de Vietnam, tras salir del de Malasia. La investigación posterior a la desaparición reveló que el MH370 había dejado de seguir su rumbo hacia Pekín (China) para dar media vuelta y dirigirse a un lugar indeterminado del Océano Índico.
Los investigadores tienen abiertas todas las hipótesis sobre lo que pudo pasarle al vuelo, pero la que más fuerza tiene es la del secuestro. Y es que el MH370 no sólo cambió de rumbo, sino que desactivó todos los sistemas de localización, por lo que dejó de aparecer en las pantallas de control aéreo y no pudo ser localizado de ninguna manera por los radares civiles. Con posterioridad, y a través de las señales captadas por satélites, según las autoridades malayas, se pudo conocer que el vuelo había cambiado su rumbo y llegar a la hipótesis de que se estrellase en algún lugar del Océano Índico, al Oeste de Australia.
Sin embargo, las labores de búsqueda con aviones y barcos no han dado frutos. A lo largo de estos meses han saltado a los medios varias noticias informando de restos del fuselaje y del vuelo, pero nnca fueron verdad. La pista más sólida fueron unas señales detectadas a 6.000 kilómetros de profundidad en el océano, que podían corresponderse con las cajas negras del aparato. Pero tampoco se ha vuelto a tener noticia de esta línea de investigación.
Secuencia de los hechos
El avión de Malaysia Airlines despegó de Kuala Lumpur, la capital malaya, el 8 de marzo a las 0.41 horas locales con destino a Pekín. Por delante tenía cerca de seis horas de vuelo, una parte de ellas sobre el Golfo de Tailandia y el Mar del Sur de China antes de entrar en el continente asiático. A las 1.38 horas, el control aéreo de Vietnam empezó a preguntar sobre el paradero del avión cuyo tráfico debía gestionar. Desde ese momento se empezó a preguntar los profesionales de control aéreo de países vecinos y los aviones que en teoría debían estar próximos si tenían alguna noticia del vuelo. A las 5.30 horas de la mañana, las autoridades de Malasia activaban la operación de rescate, que en los primeros momentos se centró en el mar del golfo malayo. Al parecer, las autoridades de aviación civil del país asiático no contactaron con su contraparte militar para saber si sus radares habían detectado algún vuelo, como así parece que fue.
Los radares militares, a diferencia de los civiles, detectan casi cualquier objeto en el que reboten la señal de radio que se envía. Po su lado, los radares que usan los centros de control civiles saben la posición exacta del aparato a través de la señal que el avión emite por su transpondedor. El último mensaje de este aparato en el vuelo MH370 fue a las 1.21 horas de la madrugada. Después, el silencio. Además, del transpondedor, el avión también trasmite información por el sistema Acars, que pudo ser monitorizada por los satelites. A través de la misma se supo que el vulo había variado su rumbo dando media vuelta y permitió concluir a los investigadores que se estrelló, sobre las 8.19 horas, en algún lugar del Océano Índico.
Junto con el informe se han publicado las conversaciones entre los pilotos y los centros de control antes de la desaparición del vuelo. De ellas no se desprende nada anormal. El incidente sobre el vuelo MH370 y los más de 200 pasajeros que viajaban en él va camino de convertirse en un verdadero misterio. La conclusión que se puede sacar del mismo es bien sencilla: a pesar de contar con innumerables avances tecnológicos, en los millones de vuelos que se producen a lo largo del año no se controla su posición en tiempo real. Esta es la recomendación que las autoridades de transporte malayas realizan a ICAO, el organismo que emite las normas internacionales de aviación, para que se verifique la posición de los vuelos en tiempo real desde el minuto cero.