La empresa hotelera OYO Rooms ha abierto oficina en EEUU y prepara su desembarco en el sur de Europa. OYO nació en la India con un objetivo: poner al mismo nivel de calidad y servicio los miles de hoteles independientes del país asiático para mejorar su comercialización y su negocio. La empresa, creada por Ritesh Agarwal, ha unificado en calidad y servicio parte de la planta hotelera de la India y de otros países de la región donde se ha expandido, como China, Malasia, Nepal o Indonesia. Una de las claves de OYO es centrarse en el mercado hotelero de bajo coste. Según la empresa, OYO acabó 2018 gestionando 458.000 habitaciones en todos sus mercados asiáticos, con cerca de 18.000 establecimientos en 500 ciudades.
OYO Rooms aprovecha el caos de la hotelería india
En EEUU, la compañía india ha inaugurado oficina en Dallas y ya está probando su formato en esta ciudad y Austin, informa el portal Skift.com. Para España y Portugal, OYO ha contratado a Tobias Jörk, consejero delegado de Groupon entre 2011 y 2013, quien dirigirá su desarrollo en la península ibérica. Desde septiembre de 2018, Jörk ha ido creando parte del equipo de OYO Spain con profesionales que provienen de empresas como Cabify o la propia Groupon. Desde enero, la compañía india también cuenta con oficinas en Reino Unido, dirigidas por Andrew Verbitsky, quien viene de Airbnb y de Kayak.
OYO ha conseguido financiación por valor de 1.500 millones de dólares desde su creación y uno de sus inversores es la empresa Softbank, que está detrás de éxitos como Alibabá o Uber. Por su lado, Airbnb también se está planteando invertir entre 100 y 200 millones de dólares en OYO Rooms, según The Information, en una clara estrategia de Airbnb por hacerse con parte del negocio de las reservas hoteleras por Internet. La empresa india es tan apetecible porque ha conseguido dar una identidad única a hoteles que no se encontraban bajo una marca identificable. A ello se añade una auditoría para la mejora de la calidad de estos alojamientos y unos servicios comunes, como wi fi.
Las claves del negocio de OYO son varias. En primer lugar, la compañía no posee alojamientos en propiedad, sino que cuenta con un modelo de negocio fundamentado en la colaboración. En sus inicios, OYO firmaba acuerdos de reposicionamiento de marca y servicio con los propietarios de hoteles. Con ello consiguió estandarizar el producto de miles de alojamientos independientes bajo su enseña OYO. Hoy, la empresa cierra acuerdos de franquicia con los hoteleros, lo que hace que se involucre más en la adecuación del hotel.
Segundo, una vez que OYO cuenta con una oferta unificada de alojamientos viene la parte de la comercialización. A diferencia de otros negocios de franquicia, la principal diferencia de OYO es que comercializa toda su oferta hotelera de forma directa, a través de su web o de su aplicación móvil. Esto le garantiza mayores retornos de la inversión, ya que no comparte un porcentaje del ingreso con agencias de viajes online y otros intermediarios. Lo hoteles en franquicia de OYO son incorporados a su sistema de venta y son accesibles a través de su portal web y de su aplicación.
En España, OYO ya anuncia dos propiedades en Madrid, que no son precisamente hoteles, ya que uno es un bed and breakfast y el otro un hotel rural, ambos en la sierra madrileña. Sin embargo, en Salamanca, la empresa sí ofrece varios hoteles y un hostal. Otras ciudades españolas donde ya existen alojamientos bajo la enseña OYO son Valencia, Segovia, Toledo y Zaragoza.
Que OYO haya triunfado en Asia no significa que pueda replicar el éxito en EEUU y Europa, ya que son mercados hoteleros totalmente diferentes. EEUU está dominado por las grandes cadenas hoteleras, como Marriott, y el número de hoteles independientes es muy bajo (un tercio de todos los presentes en el país). Unificarlos bajo una sola marca y comercializarlos como producto único puede tener sentido para los hoteleros si consigue elevar sus cifras de negocio.
En Europa sucede lo contrario, el mercado hotelero se encuentra muy fragmentado con una amplia abundancia de hoteles que no pertenecen a ninguna gran marca. A ello se suma que las calidades medias de los alojamientos están muy estandarizadas en todo el continente por lo que la propuesta que ha tenido éxito en Asia puede ser un fracaso en Europa.
Por ejemplo, en España, donde existe un sistema de estrellas que garantizan unos estándares de calidad, las habitaciones de los hoteles y los propios establecimientos cuentan con un conjunto de características que los hacen muy semejantes. Por este lado, OYO podría tener poco trabajo y se debería centrar más en la comercialización de los alojamientos que se integren bajo su marca. El verdadero potencial de negocio de OYO en España se encuentra en los hoteles de menor calidad (una y dos estrellas), que cuentan con una ocupación media del 38% y el 47%, respectivamente, según datos del Instituto Nacional de Estadística. El segmento de los hostales también puede beneficiarse de los clientes que OYO les pueda proporcionar, ya que la ocupación media de este tipo de establecimiento se sitúa en el 36% en España. Elevar estas cifras supondría mejorar significativamente su negocio. En India, los alojamientos de similares características que se unieron a OYO incrementaron su ocupación del 25% al 65% en un mes, según los datos facilitados por la compañía india.