MADRID.- La aerolínea de bajo coste Easyjet ha anunciado que no repercutirá la subida de tasas aeroportuarias a los clientes que ya hayan comprado sus billetes para volar después del 1 de julio, según informa la agencia Europa Press. ¿Por qué sí lo hace Easyjet y no otras compañías como Vueling o Iberia? A primera vista se podría pensar que es una decisión estratégica y de política interna de las compañías. Puede ser, pero es probable que los motivos económicos tengan más peso en este caso.
Easyjet cerró su ejercicio fiscal 2011 (que acaba el 30 de septiembre) con un beneficio de 225 millones de libras (280 millones de euros), un 85,9% más. Además, la compañía británica facturó 3.452 millones de libras (4.295 millones de euros), un 16,1% más. Junto a esto, Easyjet dispone de dinero en efectivo por valor de 1.100 millones de libras (1.369 millones de euros). Es decir, a la compañía de bajo coste británica el asumir la subida de tasas en sus vuelos españoles le supone una incidencia mínima. No es que ninguna compañía esté por la labor de tirar su dinero, pero si quiere mantener una buena imagen de cara al pasajero (y se lo puede permitir) el esfuerzo que realice le puede compensar.
Asimismo, Easyjet transportó 5,43 millones de pasajeros en el verano de 2011 (julio a octubre), suponiendo que mantiene estas cifras y que estos vuelos se reservaron antes de julio, el impacto en sus cuentas podría alcanzar los 54 millones de euros, cifra estimada que resulta de multiplicar el número de pasajeros en esos meses por 10 euros, que es la subida media de las tasas.
El caso de Vueling es completamente distinto. La aerolínea catalana, participada en un 45% por Iberia, ha empezado a notificar a sus clientes que tendrán que pagar el importe de la subida de tasas, aunque ya hubiesen comprado su billete con anterioridad. Vueling obtuvo un beneficio de 10,38 millones de euros en 2011, un 77,4% menos. Su facturación alcanzó los 856,17 millones (un 8,43% más) y su caja tenía disponibles 14,94 millones de euros. Está claro que si la firma aérea quisiese asumir el incremento de tasas, sus resultados se verían muy afectados. Vueling transportó en el verano de 2011 (julio a octubre) a 7,65 millones de pasajeros. Aplicando el incremento de tasas a todos, ello supondría para la aerolínea un agujero de 76 millones.
Iberia tampoco podría asumir un incremento de tasas. La compañía española no aporta datos propios desde que se integró con British Airways en IAG. Sin embargo, en los últimos resultados del grupo, correspondientes al año 2011, se informaba de que las pérdidas operativas de Iberia ascendían a 61 millones de euros. Sin duda, el conglomerado dispone de u efectivo más que suficiente para hacer frente al pago del incremento de tasas, lo que le supondría cerca de 84 millones de euros (aunque la propia Iberia lo ha cifrado en 100 millones).
Como se ve, las cuentas de resultados pesan mucho en la decisión de afrontar o no el pago de las tasas y no penalizar al viajero. Las compañías españolas se ven más acogotadas por la debilidad del mercado nacional, por lo que es poco probable que ninguna asuma el aumento de tasas y tendrá que pagarlo el consumidor que ya tenga su billete comprado. Sin embargo, Ryanair, que es una de las primeras aerolíneas de bajo coste en Europa y con las cuentas más saneadas, tampoco asumirá este sobre coste, que trasladará al viajero.
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