La Comisión Europea (CE) ha anunciado que investigará el negocio de la distribución de billetes aéreos por si se hubiesen producido prácticas anticompetitivas dentro de la Unión Europea. Margrethe Vestager, comisaria de Competencia de la CE, ha centrado la investigación en Amadeus y Sabre, las dos empresas que controlan buena parte de este negocio en todo el mundo.
Ambas compañías son los principales fabricantes de sistemas de distribución global (GDS en sus siglas inglesas), programas informáticos que conectan la oferta de aerolíneas con las diferentes agencias de viajes del mundo, para que puedan comercializar este servicio. En estos sistemas se encuentran todos los datos y tarifas de los vuelos, lo que permite a las agencias comparar precios y realizar la reserva de los billetes.
La investigación de la CE se centrará en los contratos que Amadeus y Sabre han firmado con agencias y aerolíneas, en cuyas cláusulas la institución europea sospecha que pueden hallarse restricciones para que estas empresas usen los GDS de otras compañías que existen en el mercado, como Travelport. Para la CE “una restricción de este tipo puede dificultar la entrada en el mercado de los proveedores de nuevos servicios de distribución de billetes e incrementar los costes de distribución para las compañías aéreas, los cuales, en última instancia, se repercutirán en los precios de los billetes pagados por los consumidores”.
La investigación de la CE también se centrará en las cláusulas de paridad, estipulaciones que obligan a las aerolíneas a ofrecer a Amadeus y Sabre todas sus tarifas aéreas con el mismo precio y el mismo volumen de inventario que las propias aerolíneas venden de forma directa. Es decir, bajo estas cláusulas, una compañía aérea no puede servir a Amadeus tarifas más elevadas que las que la propia aerolínea vende en su página web, por ejemplo. De esta manera, las empresas de GDS se garantizan el mejor precio, pero también impiden que las aerolíneas puedan ofrecer mejores tarifas que las agencias de viajes que revenden sus billetes.
La investigación de la CE sobre estas cláusulas de paridad puede ser el precedente para que el organismo comunitario también investigue estipulaciones semejantes en los contratos que grandes agencias online (OTAs en sus siglas inglesas), como Booking, celebran con los hoteleros del continente.
En dos comunicados, ambas compañías refieren que colaborarán con la CE en su investigación. Amadeus también defiende que su único objetivo es la “neutralidad” en la distribución de billetes aéreos y que esto último ha facilitado tarifas bajas a los consumidores. Por su lado, Sabre entiende que las cláusulas de paridad “van en el mejor interés de los consumidores”, facilitando la transparencia en el mercado.
Mercado de distribución de billetes aéreos
Amadeus y Sabre controlan la casi totalidad del mercado de distribución de billetes aéreos a través de agencias de viajes. Según los resultados financieros del tercer trimestre de Amadeus, la cuota de mercado mundial de la compañía española en la venta de billetes de avión a través de agencias es del 43,5%. Por su lado, Sabre reconoce una cuota de mercado en el mismo negocio del 38,6%. Así que entre ambas empresas gestionan el 82,1% de este negocio. El resto se distribuye entre Travelport y otras compañías menores.
Esta posición dominante en el mercado explica por qué la CE ha decidido investigar las condiciones contractuales que las dos compañías fijan con sus proveedores y clientes. Y también muestra la fuerza que Amadeus y Sabre tienen sobre sus principales proveedores (aerolíneas) y clientes (agencias ed viajes).
Pérdida de valor
Estaba siendo un año 2018 muy positivo para Amadeus, una empresa altamente rentable. Los ingresos de la compañía madrileña alcanzaron los 4.852 millones de euros en 2017 y obtuvo un beneficio de 1.004 millones, un margen del 21%, según sus cuentas anuales. Además, el ejercicio que acaba ha sido el de mayor valor de la acción de Amadeus, que llegó a cotizar a 82 euros en octubre, cuando venía de los 57 euros. Sin embargo, el mercado ha castigado a la empresa española, ya que su acción se ha depreciado en las últimas semanas hasta los 64,28 euros. Los inversores prevén que en 2019 la compañía obtendrá menores ingresos porque se congelarán los viajes. La investigación de la CE ha sido la puntilla para consolidar esta pérdida de valor.
Por su lado, Sabre, el otro gigante de la industria, ingresó 3.598 millones de dólares en 2017 (3.159 millones de euros) y obtuvo un margen de beneficio del 6,74%, hasta los 242 millones de dólares.
Si la CE concluye que ambas empresas han desarrollado prácticas anticompetitivas, pueden ser sancionadas con multas de hasta un 10% de su facturación en el último ejercicio. En el caso de Amadeus esto supondría una sanción de 485 millones de euros, mientras que para Sabre la multa podría llegar a los 359 millones de dólares.
La investigación de la CE puede suponer el fin de una práctica que fija precios de forma artificial en el mercado e impide que los mismos fluctúen de forma libre, beneficiando a los consumidores. Habrá que esperar al resultado, que se puede demorar varios años.