¿Por qué ha sido condenado Jorge Marichal, presidente de los hoteleros españoles?

En 2009, la empresa Marmon Atlantis vendió un conjunto de apartamentos por 1,5 millones de euros. Detrás de esta operación se encontraban Jorge Alexis Marichal y Juan Antonio Moncada, los administradores mancomunados de Atlantis. Hacienda echó el ojo a este negocio de una sociedad sin trabajadores, que no estaba dada de alta en ningún epígrafe del Impuesto de Actividades Económicas y que no había presentado Impuesto de Sociedades. Y le abrió una inspección. Ahí empezó un calvario para Jorge Marichal, quien diez años después acabó condenado por delito fiscal unos meses antes de acceder al cargo de presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), la patronal más potente de hoteleros de toda España.

Revista80dias ha accedido a la sentencia del Juzgado de lo Penal en la que se detalla cómo se produjo la operación y los motivos por los que Marichal cometió el delito fiscal.

Cuándo fue condenado Jorge Marichal

Jorge Marichal fue condenado por un delito contra la Hacienda Pública el 10 de julio de 2019 a través de la sentencia que emitió el Juzgado de lo Penal número 8 de Santa Cruz de Tenerife. Además de Marichal también fue condenado Juan Antonio Moncada Migallón, el otro administrador mancomunado de Marmon Atlantis SL, la empresa a través de la que se cometió el delito.

Esta sentencia fue ratificada por otra de 28 de mayo de 2020 de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife que desestimó el recurso de apelación que presentaron los dos empresarios. La noticia de la condena se ha conocido un año después tras la información publicada por el diario canario El Día.

Qué hechos se declararon probados en el juicio

En la detallada sentencia de 2019, la jueza de lo Penal indicó los hechos que habían sido probados a lo largo del juicio, que se celebró durante dos días:

  1. Jorge Marichal y Juan Antonio Moncada constituyeron la sociedad Marmon Atlantis SL en 2005. Marichal era uno de los socios. La sociedad tiene como objeto social la explotación de establecimientos de hostelería, la explotación agrícola, la compraventa de vehículos a motor, la explotación de industrias de recauchutado y neumáticos, la promoción de terrenos urbanos y la compraventa de fincas rústicas y urbanas, entre otras. Es decir, era una empresa multifuncional con la idea de que pudiese acaparar diferentes tipos de negocios.
  2. Marichal y Moncada acordaron administrar la empresa de forma mancomunada. Esto significa que todos los actos de importancia empresarial (hipotecar bienes, firmar contratos con otras empresas, etcétera) debían ser autorizados por los dos.
  3. En el año 2009, cuando se produjo la venta que originó el delito fiscal, Marichal y Moncada no presentaron las cuentas anuales de la empresa, ni la declaración del Impuesto de Sociedades, ni dieron de alta a la empresa en ninguna actividad ni tenían trabajadores contratados.
  4. A pesar de estos indicios de inactividad, la empresa realizó operaciones en los años previos y en 2009. En el ejercicio 2005, Marmon Atlantis compró un local comercial a Hecansa sobre el que realizó obras y lo acondicionó para convertirlo en 9 apartamentos y 2 locales. Posteriormente, en 2009, el año en el que la empresa no figuraba dada de alta en ninguna actividad ante Hacienda, Marmon Atlantis vendió los 9 apartamentos a la empresa Clínica San Eugenio SL por un precio de 1.496.718,80 euros. Detrás de esta empresa compradora se encuentra el padre de Jorge Marichal.
  5. El pago de esa cantidad se acordó en dos fases. Al firmar la escritura de compraventa se abonaron 200.000 euros con un cheque. Los 1,3 millones restantes se debían desembolsar en los siguientes seis meses. Y aquí está una de las primeras claves del caso: este retraso en el pago no es un aplazamiento (como son los plazos de un préstamo hipotecario), sino que es una postergación del momento del pago. En vez de abonarse el dinero cuando se firma la venta se decide hacerlo seis meses después.
  6. El beneficio que Marmon Atlantis obtuvo con esta venta fue de 996.526,61 euros por los que la empresa tendría que haber pagado un Impuesto de Sociedades de 292.947,86 euros.

Por qué se comete delito fiscal

El delito contra la Hacienda Pública está contemplado en el artículo 305.1 del Código Penal donde se castiga al que defraude al fisco por importe superior a 120.000 euros en el mismo ejercicio fiscal. La pena puede ir de 1 a 5 años de prisión junto con una multa de hasta seis veces lo defraudado. Cuando se cometieron los hechos, Marichal y Moncada podrían haber evitado el proceso penal si Marmon Atlantis hubiese ingresado el Impuesto de Sociedades antes de que se iniciasen actuaciones judiciales.

Como la cuota que se dejó de pagar por Impuesto de Sociedades (292.947,86 euros) era dos veces el importe mínimo para la comisión del delito fiscal, la Agencia Tributaria presentó la correspondiente denuncia.

Explicaciones de la sentencia

La sentencia del Juzgado de lo Penal 8 de Santa Cruz de Tenerife es muy detallada y la jueza realiza un conjunto de observaciones que le llevan a concluir que Marichal y Moncada tuvieron un ánimo defraudatorio y su intención fue no pagar los impuestos por la operación inmobiliaria.

Por ejemplo, en la sentencia se relata que Moncada es dueño y administrador de la empresa Teide Hostel SL a través de la que tenía una opción de compra de un local destinado a restaurante que pertenecía a Hecansa (Hoteles Escuela de Canarias). Moncada, que en ese momento no tenía recursos financieros, se alía con Marichal para crear la empresa Marmon Atlantis, comprar ese local por 300.000 euros y transformarlo en 9 apartamentos y 2 locales.

El Ministerio Fiscal, en el juicio, calificó la operación como “pelotazo urbanístico”. La jueza también indica que ni Moncada ni Marichal supieron explicar de dónde salió el dinero para la constitución de la sociedad ni para pagar la compra del local. “Resulta que crean la sociedad pero no saben nada de nada”, escribe, negro sobre blanco, la titular del Juzgado Penal.

Otra de las curiosidades de la operación es que las obras de reconversión del local en apartamentos las realizó la empresa Construcciones Marichal, de la que es dueño el padre de Jorge Marichal. Y en otro apartado de la sentencia se explica que los 200.000 euros que Clínicas San Eugenio (tras la que estaba el padre de Marichal) paga a Marmon Atlantis por la compra de los apartamentos sirvieron para abonar los costes de la obra a la constructora del padre de Marichal. Se trata de una operación circular entre empresas vinculadas.

A la jueza no le convenció el argumento de Moncada y Marichal de que ellos no tenían ni idea de la gestión de la empresa y que lo delegaron todo en su asesor fiscal. “Es de destacar que el encausado, señor Marichal González, tiene estudios de ‘Derecho y Empresariales’, tiene otras empresas, o participa en otras del grupo familiar, […] y a su vez es el presidente de ASHOTEL (Patronal de Hostelería de la provincia de Tenerife) con lo cual, tiene conocimientos suficientes del tejido empresarial, cómo se desarrollan las actividades de la hostelería, y de las obligaciones que le atañen dentro de las funciones que desempeña en sus empresas y en la patronal hostelera de nuestra provincia”, argumenta la jueza en su sentencia.

Sobre Marmon Atlantis, la empresa que crearon ambos empresarios para comprar el local de Hecansa y venderlo a Clínicas San Eugenio, la titular del juzgado explica que “se puede tratar de la creación de una persona jurídica ‘un poco ficticia’ únicamente para ‘aparentar’ o simular, una actividad empresarial, sin que realmente haya cumplido con las obligaciones que le corresponden”. La jueza concluye que “de lo actuado se desprende sin lugar a dudas, que ambos encausados, crearon una sociedad para llevar a cabo un negocio jurídico, obtener un beneficio patrimonial, y sin embargo, eludir de una forma u otra la tributación correspondiente”.

La causa contra Marichal y Moncada tenía seis tomos y fue compleja, en palabras de la jueza que valoró los hechos y las pruebas. Al juicio acudieron diferentes peritos y los inspectores de Hacienda que destaparon las irregularidades de la operación y lo denunciaron a la Fiscalía. La sentencia de 32 páginas es prolija en detalles y contundente en la condena. El Fiscal pedía 3 años de prisión para los acusados y el Abogado del Estado (como parte perjudicada por la evasión fiscal) pidió 4 años de cárcel. La jueza aplicó la atenuante de dilaciones indebidas, pues los hechos se empezaron a investigar en 2012 y no se celebró el juicio hasta 2019, siete años después. Por ello, la condena se redujo a 2 años de cárcel, lo que permitió a Marichal, al no contar con antecedentes penales y pagar las multas impuestas, de más de 1 millón de euros, evitar su entrada en prisión.

Cuál es la versión de Jorge Marichal

El presidente de CEHAT ha emitido un comunicado en el que aporta sus explicaciones a la sentencia que le condenó por delito fiscal y a la que ratificó la condena.

Según Marichal, “la cuestión en litigio se basa en una disparidad de criterios entre la Inspección de Hacienda y mis asesores fiscales, que no comparten el punto de vista sobre el devengo y consecuencias del pago aplazado de una operación puntual que realizó una empresa de la que soy partícipe y administrador mancomunado.”

El empresario también indica que “el precio aplazado [por la venta de los apartamentos] no se abonó en el plazo inicialmente previsto en la escritura pública, toda vez que por pacto privado entre las dos sociedades [Marmon Atlantis y Clínica San Eugenio] se amplió ese plazo de pago. Fue en ese momento en el que se produce el error técnico de no suscribir ningún documento público que ofreciese fehaciencia de la fecha y aplazamiento por considerarlo innecesario al tratarse de un acuerdo verbal entre las dos partes”.

En el punto siete de la nota, Marichal expone que “en ningún momento ha habido intencionalidad por mi parte de defraudar a Hacienda; se trata de una interpretación técnica en la que mis asesores fiscales y yo entendimos que el pago del Impuesto de Sociedades debía realizarse en función de las percepciones del precio aplazado”.

OPINIÓN: Jorge Marichal no debe seguir al frente de los hoteleros españoles

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