El conglomerado hotelero Hyatt ha cerrado un acuerdo para comprar Apple Leisure Group (ALG) por 2.700 millones de dólares (2.289 millones de euros). ALG es uno de los principales operadores de complejos turísticos en el Caribe y en Europa había entrado comprando la empresa española Alua Hotels en enero de 2019. A través de Alua, ALG ha abierto diferentes alojamientos hoteleros en España y Grecia en los últimos años.
Hyatt pagará la compra en efectivo: una parte con sus propios fondos y otra con deuda. Además, la empresa estadounidense espera devolver esa deuda con los ingresos por la venta de propiedades. La otra parte beneficiada con la operación serán los fondos de inversión KKR y KSL, actuales propietarios de Apple Leisure Group.
El anuncio de la compra se realizó el 15 de agosto y para Hyatt supondrá acceder al segmento de complejos vacacionales (resorts en inglés), donde tenía poca presencia y en el que ALG es especialista. Además, la hotelera estadounidense incrementará los establecimientos que gestiona en Europa. Asimismo, las propiedades que gestiona ALG incrementarán el segmento vacacional de lujo de la empresa hotelera. En total, Hyatt consigue la gestión de 102 complejos en 10 países (algo más de 33.000 habitaciones para comercializar).
En el caso de Europa, y concretamente para España, Hyatt seguirá los planes de expansión de ALG. Esta empresa está especializada en la explotación de resorts y ese es su objetivo en Europa: abrir nuevos complejos turísticos de lujo. Según una presentación a inversores de Hyatt, sólo el 2% de las habitaciones de hotel en el Sur de Europa se hallan en complejos de lujo, frente al 10% en el Caribe americano. Es decir, que la intención de Hyatt es abrir nuevos complejos de lujo en países como España, Grecia, Portugal o Italia.
Johanna Bonhill-Smith, analista de viajes y turismo de la consultora GlobalData, sostiene en un comunicado que sus previsiones son que las noches de habitación ocupadas en hoteles de lujo experimentarán un mayor incremento interanual (69,7%) en 2021 que los hoteles económicos (59%). Bonhill-Smith añade que “la duplicación de la oferta de resorts de Hyatt encajará bien con el aumento de la demanda de viajes de ocio de lujo durante el periodo de recuperación del Covid-19, porque la demanda de viajes de negocios seguirá siendo baja en el futuro”. Una reciente encuesta de GlobalData muestra que el 28% de las personas preguntadas en todo el mundo tiene un presupuesto mucho más alto o ligeramente más alto para sus vacaciones.
Los relevante de la operación es que Hyatt no adquiere ladrillo, es decir, no ha comprado hoteles físicos. Lo que la empresa estadounidense ha sumado a su negocio es la gestión de ese centenar de resorts, pues ALG no poseía ninguno en propiedad, sino que los gestionaba en nombre de los propietarios. Este es el modelo de negocio hacia el que caminan las marcas hoteleras mundiales desde antes de la pandemia de Covid-19. Ahora, las cadenas hoteleras son gestoras de inmuebles en los que ponen sus enseñas y estilo de negocio, pero de las que no son propietarias. Con ello consiguen incrementar su rentabilidad económica, pues disponen de muy pocos activos fijos que les generen gastos, lo que aumenta su margen de beneficio.
ALG opera 37 complejos turísticos en México (principal mercado para los turistas estadounidenses) y 11 en la República Dominicana (donde también viajan muchos estadounidenses, pero también españoles). En el resto del Caribe, el grupo dispone de establecimientos hoteleros en Jamaica, Costa Rica, Panamá y algunas islas.
En España, bajo la marca Alua Hotels, la empresa gestiona 40 hoteles, más otros 3 establecimientos en Grecia. México, República Dominicana y España serán los lugares en los que Hyatt gane más hoteles bajo el modelo de gestión, lo que le permite entrar en estos mercados de un golpe y sin necesidad de buscar alojamientos que poner en marcha, pues estos ya están funcionando. Las previsiones es que todas estas marcas de ALG generen 2.300 millones de dólares de ingresos en 2023, que Hyatt reinvertirá en marketing y tecnología.
Hasta 2022, Hyatt seguirá desprendiéndose de hoteles que todavía tiene en propiedad y que venderá a fondos de inversión inmobiliarios. La hotelera se quedará con la gestión de estos hoteles y pagará un alquiler a su nuevo propietario. Con esta línea de negocio, Hyatt espera ingresar 1.500 millones de dólares en 2021, que se suman a los 1.500 millones que ya ha obtenido por sus ventas de alojamientos desde 2017. La empresa prevé conseguir un resultado bruto de explotación de 2.000 millones hasta 2024 por la venta de hoteles. Aunque estos ingresos se suman a los de su negocio principal (venta de noches de hotel) se contabilizan como ingresos extraordinarios.
Con la operación, Hyatt ha adquirido las marcas que operan en América bajo la enseña AMR Collection de ALG (Secrets Resorts & Spas, Dreams Resorts & Spas, Breathless Resorts & Spas y Zoëtry Wellness & Spa Resorts), junto con Alua Hotels & Resorts y el programa de fidelización Unlimited Vacation Club, con más de 110.000 personas inscritas. En la operación también se incluye el departamento de distribución de viajes ALG Vacations, así como los negocios de servicios de gestión en destinos y tecnología de viajes. Alejandro Reynal, actual CEO de ALG, seguirá siendo su director y responderá directamente ante Mark Hoplamazian, CEO de Hyatt.
En 2019, Hyatt ingresó 5.020 millones de dólares, aunque sólo 1.848 millones proceden de la venta de noches de hotel. En 2020, el año en que se inició la pandemia de Covid-19 y se restringieron los viajes, los ingresos descendieron hasta los 2.066 millones, con 513 millones por ventas de habitaciones. La empresa estadounidense, que se fundó en 1957 por Jay Pritzker con la compra del motel Hyatt House, cercano al Aeropuerto de Los Ángeles (California), cuenta con 974 hoteles y más de 235.000 camas en todo el mundo.
Por su lado, ALG fue creada en 1969 bajo el nombre de Atkinson & Mullen, una empresa dedicada a preparar viajes para estadounidenses en destinos de México y el Caribe. En 2012, Bain Capital, el fondo de inversión creado por el ex candidato presidencial de EEUU Mitt Romney, invirtió en la empresa y se creó la corporación ALG. En 2016, los fondos KKR y KSL compraron ALG a Bain Capital.