El mar como elemento común de las culturas mediterráneas, que les ha permitido alimentarse y avanzar, gracias al comercio. La iniciativa, impulsada por el Gobierno italiano, agrupa a 38 puertos turísticos de cuatro regiones del Sur de Italia, desde los que se pueden realizar diferentes rutas turísticas.
Las regiones de Campania, Sicilia, Apulia y Calabria son las primeras que se han sumado a este programa, que se extenderá al resto de Italia en los próximos meses. La idea es que los puertos italianos sirvan como conductores del desarrollo turístico de cada una de las regiones implicadas con el objetivo de incrementar el número de turistas, tanto nacionales como de otros países europeos. En 2014, el país europeo recibió 48,6 millones de visitantes, por detrás de Francia, EEUU, España y China.
Además, Italia también persigue atraer a un turista muy concreto: el náutico, que dispone de una embarcación y puede atracar en los puertos italianos para sumarse a las rutas que propone Signa Maris y descubrir cada una de las regiones. Se trata de un turista con un perfil de gasto elevado y que puede ayudar a dinamizar la economía del sur italiano, muy deprimida en algunas zonas. Los promotores de Signa Maris consideran que por cada 3,8 barcos que atracan en un puerto deportivo se crea un nuevo puesto de trabajo en el sector servicios y en actividades relacionadas con el turismo. Además, los visitantes que provienen de estas embarcaciones realizan un gasto diario de 102 euros, por encima de los 60 euros de un turista que solo accede por tierra.
Por otro lado, en las Cámaras de Comercio italianas se encuentran registradas más de 181.000 empresas relacionadas con el mar (un 3% de todas las que existen en Italia), que dan trabajo a 792.000 personas.
Inmenso patrimonio cultural
Italia es uno de los países europeos con mayor patrimonio material y cultural. No en vano, fue la semilla del Imperio Romano, lo que ha dejado multitud de monumentos y construcciones que han sobrevivido al paso de los siglos. A ellas se unen una gastronomía mediterránea y un entorno paisajístico excepcionales. Sin embargo, la monumentalidad de Italia también es un problema, ya que el país europeo es incapaz de destinar el suficiente dinero para restaurar y mantener los edificios históricos. Esto produce que lugares como Pompeya se encuentren en un estado de deterioro lamentable, muchas veces denunciado, e incluso que se produzcan robos en el mismo.
A pesar de ello, Pompeya es uno de los lugares promocionados. Desde el Puerto de Nápoles-Santa Lucía se puede acceder a la oferta de turismo termal en la isla de Ischia, acudir al Parque Nacional del volcán Vesubio, visitar Pompeya o las ciudades de Herculano Pozzuoli, Cuma y Stabiae.