Privatización de Aena: los ciudadanos sólo pueden comprar un 9% de acciones

Un avión sobrevuela las luces de aproximación de un aeropuerto | Foto: AENA

El envío del folleto informativo sobre la salida a bolsa del 49% del capital de Aena (el 21% para tres inversores de referencia y el 28% restante, en los mercados) a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha sido retrasada en el último momento. La idea de Ana Pastor, ministra de Fomento, era la de tratar este tema en el Consejo de Ministros del viernes 24 de octubre, ya que el salto a la bolsa de los aeropuertos españoles está previsto en la semana del 12 de noviembre, pero el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha frenado el asunto por una cuestión de incompatibilidades.

Según informa El Confidencial, la consultora PwC, que es la encargada de verificar las cuentas de Aena, también ha supervisado todo el proceso de salida a bolsa, en vez de dejar este menester a otra de las cuatro grandes consultoras del mercado (Deloitte, Ernst and Young y KPMG). Es decir, que quien audita la realidad de las cuentas de la empresa pública de aeropuertos también ha auditado que la información de la salida a bolsa es correcta, cobrando por ambos conceptos. Un caso similar al de Bankia, cuando el banco nacionalizado saltó al parqué búrsatil y fue Deloitte la designada para certificar sus números, y que ahora se ha puesto en duda por la justicia. Avalar la salida a bolsa de Aena con esta supervisión supondría dar el visto bueno, de forma indirecta, a lo que se hizo en Bankia.

En cualquier caso, el Consejo Consultivo de Privatizaciones (CCP) ya ha dado el visto bueno a la cotización de la empresa pública de aeropuertos como siguiente paso en su semiprivatización. Este organismo consultivo del Gobierno ha emitido un informe en el que detalla que el valor de las acciones en bolsa se situará entre 41,5 euros y 53,5 euros, aunque esto depdenderá de los inversores del mercado, quienes con la compra y venta de los títulos de Aena fijarán el precio efectivo de la acción. Si se mantienen estos precios, la valoración de toda Aena y de la red de aeropuertos (150 millones de acciones) se movería entre los 6.225 millones y los 8.025 millones de euros. Sólo un 9% del total de 42 millones de acciones que salen a la bolsa podrán ser adquiridas por inversores particulares, mientras que el 90% restante estará destinado a inversores cualificados (entidades financieras, fondos de inversión).

Esta limitación en el tramo de acciones dedicadas a ciudadanos echa por tierra el mensaje del Gobierno de que cualquier persona podría poseer acciones de Aena (comprándolas a entre 1.500 euros y 200.000 euros) y así se garantizaría la participación pública en la empresa. El propio CCP considera que es un tramo “muy reducido”, pero esta estrategia también asegura al Gobierno que la salida inicial a bolsa de los aeropuertos españoles funcionará correctamente, ya que tendrá la suficiente demanda de inversores profesionales. En el futuro, la distribución del accionariado podría modificarse.

Rentabilidad de la salida a bolsa

Aena y los aeropuertos que gestiona es una de las últimas joyas del patrimonio público español. Sin embargo, hay que hacer una matización. Sólo se pondrá a la venta el 49% del total de acciones de Aena, lo que significa que el Estado se quedará con el 51% de las acciones, garantizando su mayoría en el consejo de administración de la empresa. Por otro lado, los aeropuertos no se venden como tal, siguen perteneciendo al patrimonio español (a parte de las diferentes leyes que garantizan el uso público de sus terrenos e infraestructuras), pero esta situación puede cambiar en el futuro. Aeródromos como Madrid-Barajas, el que más pasajeros registran en la red de aeropuertos, o el de Barcelona-El Prat son dulces muy apetecibles para inversores internacionales y para un Estado como el español, deseoso de conseguir recursos financieros.

Hay otro punto a tener en cuenta. El Gobierno espera que cada acción de Aena se venda a entre 41,5 euros y 53,5 euros, pero los inversores de la bolsa son los que fijarán definitivamente este precio. Puede ser inferior o puede ser superior. Cuanto más bajo sea, menos ingresará el Estado por la venta de las acciones, pero los títulos de Aena tendrán más recorrido en el tiempo, pudiendo aumentar su valor y generando más ingresos para la propia empresa, pero también para los accionistas. Con el número de acciones que cotizarán en la bolsa y al precio esperado por el Gobierno, el Estado puede ingresar entre 1.743 millones y 2.247 millones de euros.

Hay otro detalle en las condiciones de la salida a bolsa. Si el precio por acción que pagan los inversores institucionales es superior al que han fijado los inversores de referencia que acaparan el 21% del accionariado, estos no tendrán la obligación de comprar los títulos acordados. De esta manera, se garantiza la rentabilidad para estos accionistas (el grupo constructor y de servicios Ferrovial, la Banca March y el fondo de inversión TCI). Además, estos inversores sólo están obligados a permanecer en Aena un año, periodo en el que pueden vender sus acciones o parte si consideran que la rentabilidad de la operación no ha sido la esperada.

Aeropuertos en pérdidas

Es difícil que Aena no despierte interés en el mercado. La empresa tiene a su favor dos bazas. La primera son los clientes: 187,40 millones de pasajeros anuales, lo que aporta unos ingresos por las tasas aeroportuarias casi garantizados al 100% (más los pasajeros de aeropuertos que controla en otros países). A ellos se suman casi todas las aerolíneas mundiales, que operan en los aeropuertos más importantes de la red, aportando más ingresos con los precios públicos que pagan. Esto es resultado de la idiosincrasia de España, un país que es el tercero en importancia mundial en cuanto a número de turistas (60 millones en 2013), la mayoría por vía aérea, y que es zona de paso para los vuelos a Iberoamérica.

El segundo punto a favor de Aena Aeropuertos es que ha mejorado sus cifras económicas desde que el Gobierno de Mariano Rajoy (Partido Popular) llegó al poder a finales de 2011. Este es un punto que hay que reconocer a Ana Pastor, ministra de Fomento, y a los gestores que ha impuesto en Aena. En los resultados de 2013, Aena Aeropuertos ha ganado 596,66 millones de euros, frente a las pérdidas de 63 millones de 2012 (hasta junio de 2014, el beneficio es de 201 millones de euros, un 120% más que en los seis primeros meses de 2012). Además, los ingresos de la empresa pública ascendieron a 2.883,93 millones de euros, en buena medida gracias a las progresivas subidas de tarifas aeroportuarias y al incremento de pasajeros. El punto negativo es que Aena Aeropuertos sigue arrastrando una deuda de 10.300 millones de euros, que deberá devolver en los próximos años. Aunque mientras la empresa obtenga beneficios, el pago de la misma no corre peligro. Esta abultada cantidad de préstamos son consecuencia de los años locos previos a la crisis, cuando los últimos gobiernos del Partido Popular y del Partido Socialista decidieron construir aeródromos sin sentido. De los 49 aeropuertos que tiene España, sólo 15 son rentables: Alicante, Barcelona, Bilbao, Fuerteventura, Girona, Ibiza, Lanzarote, La Palma, Gran Canaria, Madrid-Barajas, Palma de Mallorca, Tenerife Sur, Tenerife Norte, Sevilla y Valencia.

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