MADRID.- Julio Gómez-Pomar, presidente de Renfe, ha presentado los presupuestos de la operadora ferroviaria en el Congreso de los Diputados. El presidente de la compañía estatal ha explicado que las cuentas de Renfe están marcadas por la liberalización del sector ferroviario que se producirá en 2013. El paso más importante que dará Renfe en 2013 será la supresión de determinados servicios de Media Distancia (trenes regionales) que se consideren poco rentables.
Así, Renfe espera ingresar 2.168 millones de euros, un 6,8% más que en el ejercicio precedente. La compañía prevé un aumento de la demanda y, por ende, de los ingresos en el transporte de viajeros, sobre todo cuando ponga en marcha el servicio de Alta Velocidad entre Albacete y Alicante, así como entre Barcelona y la frontera francesa. Además, entre los ingresos de Renfe también se contempla los derivados de la prestación del servicio público (Cercanías y Media Distancia), por los que la operadorá ingresará 534 millones.
Por su lado, el gasto de Renfe será de 2.598 millones de euros, un 5% menos. La operadora ferroviaria trabaja a marchas forzadas para entrar en rentabilidad con la idea de vender parte de su capital a empresas privadas. Renfe tiene previsto disminuir su endeudamiento en 221 millones de euros, aunque tendrá que soportar la deuda de 130 millones por la integración de Feve.
Con estos datos, el EBITDA (resultado antes de impuestos y amortizaciones) previsto será de 281 millones de euros, que tras amortizaciones y gastos financieros dará un resultado negativo de 172 millones de euros, de los que casi 80 corresponden a la integración de Feve.