MADRID.- Ryanair ha conseguido un beneficio neto de 503 millones de euros en su ejercicio 2011-2012, que finalizó el 31 de marzo, un 25% más que en el año anterior, “pese a los altos precios del petróleo y la recesión mundial”, según los datos facilitados por la aerolínea. La compañía ha incrementado su facturación en un 19%, hasta los 4.324 millones de euros, tras elevar su tráfico de pasajeros en un 5%, alcanzado los 75,8 millones de viajeros transportados, frente a los 72,1 millones que registró el año anterior.
Las ventas por servicios auxiliares, como ventas a bordo, alquiler de vehículos y reservas de hotel, crecieron un 8%, hasta los 886 millones de euros, mientras que Ryanair elevó el precio de sus billetes un 16% en 2011. La compañía es conocida y criticada por ofrecer precios muy bajos gracias a las subvenciones que recibe de la mayoría de aeropuertos en los que opera. Por su lado, los costes de explotación se incrementaron un 19%, hasta 3.707 millones de euros, sobre todo por el encarecimiento del combustible, que supuso un desembolso adicional de 367 millones de euros, al pasar de 1.226 millones a 1.593 millones, casi un 30% más.
Ryanair ha avanzado que el próximo ejercicio no continuará la senda de incremento de beneficios, ya que espera ganar en el año fiscal 2012-2013 entre 400 y 440 millones de euros, convirtiéndose en el primer año desde 2009 en que los beneficios caen. “De cara al próximo invierno, nos preocupa la recesión, la austeridad, el cambio de divisas y unas tarifas más bajas en las nuevas bases, lo que hará difícil repetir estos resultados”, ha explicado Michael O’Leary, consejero delegado de la compañía, quien prevé un incremento del tráfico del 5% para este año, hasta los 79 millones de pasajeros.
Durante el pasado ejercicio fiscal, Ryanair ha abierto seis nuevas bases y ha lanzado 330 nuevas rutas, hasta superar la barrera de las 1.500 conexiones. La flota de la compañía de bajo coste irlandesa cuenta ahora con 294 aviones.
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