MADRID.- El Juzgado Mercantil número 1 de Palma de Mallorca, que tramita el concurso de acreedores de la aerolínea Quantum Air, la antigua Aebal, ha condenado al grupo aéreo escandinavo SAS, anterior propietario de la compañía, a pagar 6,32 millones de euros a la concursada, al entender que “debe responder de todas y cada una de las deudas no recogidas en el balance”, según informa la agencia Europa Press.
Se da la circustancia de que SAS también era propietaria de la quebrada Spanair, antes de venderla a la Generalitat catalana y a varios empresarios catalanes. Quantum Air, presidida por Antonio Mata, suspendió en enero de 2010 la venta de billetes y demandó a SAS “por incumplimientos reiterados” en las distintas obligaciones asumidas. La transición se efectuó el 13 de enero de 2009 por la sociedad española Proturin, que adquirió la aerolínea al grupo escandinavo.
De esta cantidad a la que se condena a SAS, 1,89 millones y 4,48 millones de euros, respectivamente son fruto de una deuda existente con terceros anterior a la firma del contrato de compra venta y por pago de trabajos de mantenimiento realizados a las aeronaves por parte del arrendador Metrow, efectuadas con anterioridad al contrato de compra venta de las acciones de Aebal, el 13 de enero de 2009, entre SAS e Spanair como vendedores y Proturin como compradora.
Asimismo, reseñó que SAS informó de un balance “inexacto por falta de inclusión de unas partidas de necesario reconocimiento en el proyecto empresarial”, ya que en el momento que se produjo la venta, el grupo aéreo no incluyó en una previsión para mantenimiento por importe de 19 millones de euros, pese a que Deloitte, la auditora, sí recogió en su informe dicha necesidad. “De haberse incluido en el balance de cierre todas las deudas y previsiones que el normal funcionamiento de la compañía requería para mantener su correcta operativa, el resultado hubiese sido totalmente diferente, en contra de SAS”, señala el fallo.
Quantum Air está a la espera de la resolución judicial de la demanda interpuesta ante el mismo juzgado contra los antiguos administradores de la sociedad por responsabilidad social, que alcanza entre otros al actual vicepresidente de SAS, Benny Zakrisson, así como el anterior presidente de la escandinava, Mats Jansson, y al que fue presidente de Spanair y Aebal, simultáneamente, Lars Lindgren, a los cuales la compañía reclama el pago de un total de 31,3 millones de euros por los daños causados en el patrimonio de Aebal.
El fallo es recurrible ante la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca.
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