Boeing 777 de Malaysia Airlines | Foto: Wikipedia
Malaysia Airlines era una de las aerolíneas mejor valorada, pero dos siniestros han puesto en duda el futuro de la compañía asiática. El primero ocurrió en marzo, cuando el vuelo MH370 desapareció de los radares en la ruta Kuala Lumpur (Malasia) y Pekín (China). Con posterioridad se supo que el aparato se desvió de su ruta, yendo a parar al Océano Índico y (supuestamente) estrellándose en el mar cuando se quedó sin combustible. Por qué se apagaron los sistemas de seguimiento a bordo y por qué en las horas siguientes a su desaparición ningún radar lo detectó, son preguntas que no han obtenido respuesta y es difícil que la tengan, a menos que se halle el aparato. El segundo suceso tuvo lugar el pasado 18 de julio, cuando el vuelo MH 17 de la misma compañía, que había salido de Ámsterdam (Holanda) y tenía como destino Kuala Lumpur, fue derribado por un misil tierra-aire al Este de Ucrania, se supone que lanzado por los separatistas prorrusos que batallan contra las fuerzas del gobierno ucraniano en la parte más oriental del país euroasiático. 295 perdieron la vida y se suman a la lista de los 239 desaparecidos en el MH370.
Es muy difícil que una compañía aérea levante cabeza tras dos incidentes de esta naturaleza y en tan poco tiempo. Según el informe anual de Malaysia Airlines, la compañía perdió 272,26 millones de euros en 2013, con unos ingresos de 3.526 millones de euros. Afrontar estas pérdidas con la desconfianza que traerá el siniestro del MH 17 (un asesinato en toda regla del que habrá que averiguar quienes han sido sus responsables) y la incertidumbre por el paradero del vuelo MH730 se antoja un ejercicio titánico. La firma aérea ya venía pasándolo mal desde 2011, primer año de pérdidas, acumulando números negros por valor de 961 millones. Hasta marzo de 2014, la compañía ha perdido 103 millones de euros, el doble que en el mismo periodo del año precedente, resultados que se ven influidos por la pérdida de reservas tras la desaparición del vuelo MH370.
Si Malaysia Airlines se ve abocada a desaparecer, la parte más afectada serán los 19.577 empleados de la compañía. La competencia de las aerolíneas de bajo coste en la región asiática ha hecho mella en una firma con un negocio tradicional y en la que las rutas más rentables son las de largo radio. Según la propia compañía, el 24% de sus ingresos proviene de las rutas operadas en Europa y Oriente Medio, seguido de otro 21% que aportan las rutas asiáticas y un 20% las rutas interiores de Malasia. En estos dos últimos mercados es donde la compañía ha encontrado una mayor competencia con las aerolíneas low cost, que cuentan con una estructura de costes menor y consiguen maximizar sus ingresos.
Cuestión diferente será dilucidar quién es el responsable del asesinato de 295 civiles del vuelo MH17. Los expertos también tienen que sopesar por qué un vuelo civil surcaba el cielo de un país en guerra y, si esto es habitual, tras este precedente, las rutas deberán definirse de nuevo. En cualquier caso, Malaysia Airlines también se enfrenta al pago de las millonarias indemnizaciones para los familiares de los pasajeros muertos, calculadas en cerca de 50 millones de dólares en total.
