MADRID.- La Organización Mundial del Turismo (OMT) ha explicado en repetidas ocasiones que la flexibilización de los visados permitiría aumentar los flujos turísticos y generar mayor riqueza en los países. España es la tercera potencia mundial en cuanto a recepción de turistas, con cerca de 58 millones anuales, pero le vendría bien contar con una política de gestión de visados orientada al visitante de ocio. No obstante, en una comparecencia parlamentaria, el Gobierno ha señalado que reconoce la necesidad de agilizar la tramitación de visados para incrementar el flujo turístico, aunque ha subrayado que de los casi 58 millones de turistas internacionales que visitaron España en 2012, solo el 2,8% de ellos necesitó visado.
José Manuel García-Margallo, ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, ha defendido en el Congreso de los Diputados que poco más de 1,6 millones de esos turistas extranjeros tuvo que conseguir un visado, frente al 97,2% que no lo necesitó. El Grupo Parlamentario Catalán formuló una pregunta a Margallo y una petición para la agilización de la concesión de visados. Los integrantes de este grupo parlamentario han afeado al ministro que mientras que la media de concesión de visados de negocio o turismo en Alemana, Francia e Italia oscila entre los dos y tres días, en España ronda los 10 y 20 días de espera.
García-Margallo ha dado algunos datos: el 56,32% del total de visados el pasado año se concentraron en viajeros provenientes de Rusia, con un aumento del 25% y la expedición de unos 11.000 permisos diarios, mientras que en China se tramitaron un 30% más de visados con el mismo personal y los mismos recursos.
La gestión de visados conlleva gastos en las embajadas de los países de origen donde se solicitan los mismos. García-Margallo ha explicado que la carga de trabajo es “muy importante”, a la vez que ha indicado que en expedición de visados solo se situaron el pasado año por encima de España las oficinas de Francia, con 2,1 millones de visados, y las de Alemania, con 1,7 millones. La falta de recursos económicos y los recortes pueden estar detrás de la acumulación de trabajo en determinadas embajadas y consulados. A pesar de los datos, García-Margallo ha reconocido que es necesario reorganizar el servicio exterior, ya que no tiene sentido contar con diez consulados en Francia (país dentro del espacio Schengen y cuyos habitantes no necesitan visado para entrar en España) y solo dos en India o cuatro en China, países con un potencial crecimiento en turismo. De igual forma, ha recordado que España ya ha externalizado la gestión de unos 50 consulados en el exterior.
A pesar del bajo número de turistas que han necesitado visado para entrar en España, cabe preguntarse cuántos más habrían llegado al país si la concesión de estos permisos fuese más ágil y menos costosa. La OMT calcula que si las 20 mayores economías mejoraran los procedimientos de concesión de visados, el número de turistas internacionales aumentaría en 122 millones, se generarían 206.000 millones de dólares (161.404 millones de euros) adicionales ingresos asociados al turismo y se crearían más de cinco millones de nuevos puestos de trabajo en todo el mundo hasta 2015.