Los viajeros buscan cada vez más tener acceso a ciertas facilidades en sus viajes para poder hacerlos con toda la familia. Y también con las mascotas. Es una cuestión de educación que atañe a todos, igual que es necesario comportarse de forma educada cuando nos exigen que nos quitemos los zapatos en el aeropuerto por cuestiones de seguridad; cuando nos piden que no hablemos a gritos en las terrazas de verano; o cuando a nuestra mascota le permiten viajar a nuestro lado, siempre que lo haga en el correspondiente portamascotas, sea un transportín o una bolsa para perros o gatos.
Y es que viajar con animales empieza a normalizarse y en el mercado se pueden encontrar soluciones que facilitan el disfrute de unas vacaciones con la mascota. Actualmente, existen muchos hoteles que permiten la entrada de mascotas y que incluso te facilitan una pequeña camita y un plato para la comida o el agua. También hay restaurantes, sobre todo fuera de España, que reciben a las mascotas con los brazos abiertos, especialmente a los perros, para los que incluso se confecciona una carta especial.
Uno de los aspectos logísticos más importantes es la necesidad de utensilios especiales para el transporte de animales. Por ejemplo, en el coche es necesario desde un cinturón o una jaulita hasta una red, una rejilla o un panel, depende de si es un perro, un gato u otro tipo de animal de compañía y de su tamaño. Para viajar en transportes públicos, como trenes o tranvías, se exige que las mascotas lleven correa y bozal (sobre todo los perros), independientemente del tamaño del animal. Mientras, para otros transportes como el avión o el barco, se exige que el animal viaje en una jaula pequeña o en una bolsa impermeable si pesa menos de 10 kilos (aproximadamente) o en una jaula grande si pesa más. En cualquier caso la variedad es enorme. Es todo un mundo y hay verdaderas soluciones en el mercado, como las preciosas bolsas de viaje para perros, que además son cómodas tanto para el animal como para que el que tiene que transportarlo.
Es un gran paso y cada día es más divertido y más fácil conseguir que toda la familia se pueda ir de viaje junta. Ahora sólo falta que se terminen las prohibiciones de animales domésticos en las playas, en los parques y en otras zonas públicas para que las vacaciones sean absolutamente perfectas.