MADRID.- Las rutas de servicio público que ofrece Renfe, es decir, las líneas de Cercanías y trenes de Media Distancia, se quedan sin subvención por parte del Estado, lo que podría conllevar una subida de las tarifas para compensar las pérdidas que generarán en la operadora ferroviaria. Esta es la conclusión que se desprende del proyecto de Presupuestos Generales del Estado que ha presentado el Gobierno en el Congreso de los Diputados.
En el capítulo de subvenciones al transporte terrestre, el Gobierno prevé pagar 848 millones de euros a Renfe. De esta cantidad, 480,61 millones se pagarán para hacer frente a las obligaciones de servicio público que el Estado no había abonado a la compañía. Estas obligaciones se refieren al funcionamiento de los trenes de Cercanías en los grandes nucleos de población y los trenes de Media Distancia (regionales). Ambos transportes son deficitarios para Renfe, es decir, operarlos le sale más caro que los ingresos que recibe por ellos. Al ser servicios públicos que pretenden facilitar la movilidad de los ciudadanos y garantizar su derecho de tránsito, el Estado se compromete a subvencionarlos en parte. De ahí que ahora se pague esta cantidad que se debía a Renfe desde hace dos años.
Por otro lado, el Gobierno ha previsto abonar 367,39 millones a Renfe en concepto de la liquidación del contrato programa 2006-2010 que vincula al Estado con la operadora. Este contrato se firma para que Renfe facilite los servicios públicos, además de regularse otro conjunto de materias.
Sin subvención al servicio público
De esta manera, el Estado salda sus deudas con Renfe (empresa pública), pero el Gobierno no ha previsto una partida en los Presupuestos para sufragar los costes de las líneas de Cercanías y Media Distancia en 2012. El año pasado, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero dedicó 600 millones de euros a este cometido. Sin embargo, este año Renfe deberá hacer funcionar los servicios de Cercanías y trenes regionales sin esperar una compensación a cambio. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2011 usaron el tren de Cercanías 523,6 millones de pasajeros, mientras que en los trenes regionales viajaron 32,9 millones de clientes.
Pueden suceder dos cosas. Que se introduzca una modificación posterior en el proyecto de Presupuestos o que se llegue a un acuerdo con Renfe para firmar un nuevo contrato en que se contemple esta eventualidad. O bien que se produzca una elevación de los precios de los billetes de Cercanías y Media Distancia para sufragar una parte de las pérdidas. El Estado podría saldar las pérdidas restantes en años venideros, como ha realizado ahora con los dos ejercicios anteriores. En cualquier caso, la subida de precios está asegurada y es probable que se produzca en el mes de mayo, tras la aprobación del Presupuesto o incluso antes.
