MADRID.- Corren malos tiempos para los negocios de las multinacionales españolas en nuestro propio país. Telefónica quiere conseguir cerca de 1.500 millones de euros con la venta de algunos de sus activos no estratégicos, como su participación en la operadora lusa Portugal Telecom, en la agencia de viajes Rumbo, en la empresa de teleoperación Atento y algunas torres de telefonía. La intención de la compañía que preside César Alierta es enjugar la reducción de beneficios que está provocando la madurez de su negocio en España y el mínimo nivel de consumo debido a la crisis.
En la agencia de viajes on line Rumbo, una de las principales en España, Telefónica tiene una participación del 50%, mientras que la otra mitad la ostenta el grupo turístico Orizonia. La agencia fue fundada en el año 2000 al calor de la explosión de los negocios “punto com” y cuando la venta por Internet todavía era muy incipiente. Además de operar en España, Rumbo también tiene presencia en Portugal, Brasil, Argentina, Colombia y Venezuela. Rumbo cuenta con 2,3 millones de clientes registrados y unos 16 millones de visitas mensuales. En 2010, su facturación alcanzó los 485 millones de euros, con tres millones de pasajeros atendidos.
Telefónica continúa así con su política de racionalización de activos, con la que hasta ahora ha recaudado unos 1.600 millones de euros, y con la que pretende lograr una mayor flexibilidad financiera, de acuerdo con el informe a analistas remitido por la multinacional española a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).