Tres de cada diez visitas a bodegas son de turistas extranjeros

Ruta del Vino de Lleida en las Bodegas Tomás Cusiné, en Castell del Remei (Pla d’Urgell) | Foto: De Foto

MADRID.- A parte del sol y playa, España cuenta con otros productos, aunque menos conocidos. Uno de ellos es el enoturismo: la visita a bodegas vinícolas en las que se hace un recorrido por las mismas y se prueban sus caldos, entre otras actividades. La Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin) ha presentado un informe en el que realiza una radiografía del turista que demanda este producto. Según el mismo, el principal mercado para las visitas a bodegas españolas son los propios españoles, que suponen el 69,6% de las reservas en las mismas. El resto son turistas extranjeros, mayoritariamente alemanes, seguidos de los británicos y franceses. También destacan los estadounidenses entre el público foráneo.

El informe concluye que, observando el nivel de gasto, convendría incrementar la promoción del enoturismo entre el público extranjero para incrementar la rentabilidad de este negocio. Y es que el gasto medio de un español que visita las bodegas incoporadas a las rutas de Acevin es de 77,8 euros, mientras que el de un extranjero se sitúa en 104,5 euros. El informe no especifica qué partidas de gasto se incluyen en esta contabilización.

Por otro lado, el estudio destaca que el vino es el elemento atractivo para el turista, pero que una vez en el destino este gancho sirve para que el mismo pueda disfrutar de la gastronomía, historia y tradiciones del lugar que se visita. Es decir, que el caldo sirve como motor de arrastre para generar visibilidad y negocio en otras actividades de la zona en la que se encuentran las bodegas.

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