MADRID.- De nuevo, un crucero de lujo con 600 turistas a bordo (fundamentalmente estadounidenses y europeos) se encuentra a la deriva en aguas de Filipinas. El suceso se ha producido tras un pequeño incendio que hirió a algunos miembros de la tripulación. El fuego, que ha sido controlado por la tripulación (integrada por 255 miembros), ha provocado una avería en los motores del Azamara Quest, perteneciente a la compañía Azamara Club Cruises, integrada en el conglomerado de Royal Caribbean, cuando se dirigía al puerto de Sandakan, en Malasia.
Cuatro miembros de la tripulación han resultado intoxicados por los gases del incendio y una quinta persona está gravemente herida y necesita atención hospitalaria rápidamente. La tripulación ha podido reparar uno de los motores, lo que ha permitido restablecer el funcionamiento del aire acondicionado, agua corriente y otras funciones, según precisa la compañía en su página web.
Por otro lado, el segundo motor del crucero no funciona y la nave se encuentra a la deriva, entre la isla de Palawan y el puerto de Zamboanga. La guardia costera filipina ya ha enviado un barco de rescate para llegar hasta el crucero, mientras que el armador ha mandado un remolcador a la zona. En este caso, el barco podría ser remolcado a la isla Filipina de Cebu para ser reparada, según la guardia costera. El barco salió de Hong Kong el lunes para realizar un crucero de 17 días e hizo su primera parada el miércoles en Manila.
Hace unos meses, el barco Costa Concordia encalló en las cercanías de la costa italiana, provocando varios muertos. Además, otro barco de la misma compañía quedó varado en mitad de Índico hace semanas.