Viajes Kuoni ha anunciado que se plantea el preconcurso de acreedores, una figura que permite a una empresa en crisis renegociar sus deudas con sus acreedores o buscar un comprador de último momento para el negocio. Si ninguna de estas dos opciones se da, Kuoni acabará siendo liquidada, a pesar de que Carlos López, su consejero delegado, ha asegurado en una entrevista con Nexotur que “el objetivo siempre es y será la continuidad”. La compañía, abandonada por la matriz suiza en 2012, fue una de las mayoristas de viajes al extranjero más significativa de España en los años de bonanza económica, cuando más de 12 millones de españoles hacían turismo en otros países.
La inminente quiebra de Kuoni, que ha perdido casi 2 millones de euros en los últimos tres años, es el último hito en el negocio de los turoperadores independientes especializados en viajes de larga distancia. Desde el inicio de la crisis a finales de 2007, marcas históricas como Nobeltours, Iberojet o Catai han ido sucumbiendo a un mercado muy competitivo que ha cambiado sus pautas de comportamiento y se ha ido concentrando en pocas manos. Estas empresas vivieron una edad de oro en la década de los 90 y los primeros años del nuevo siglo, a medida que el poder adquisitivo de los españoles crecía y se democratizaba el viaje. La desaparición de estas compañías ha supuesto que los más de 700 millones de euros de facturación que suponían se hayan repartido entre los turoperadores que quedan y los grandes grupos turísticos.
Viajes de españoles al extranjero
El número de españoles que viajan al extranjero se ha mantenido relativamente constante en los últimos diez años, aunque con altibajos, en una horquilla de entre 12 y 15 millones anuales. Desde 2013 se ha producido un incremento de turistas nacionales, incluso superando los del año 2011, cuando se registró el pico de salidas fuera de España. Pero los hábitos de reserva, en los que se tiende a realizar un viaje independiente y sin contar con el turoperador, y el hecho de que los españoles hayan disminuido el número de días que salen fuera han contribuido al progresivo hundimiento de las empresas de este sector.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que 2,47 millones de viajes al extranjero se realizaron con paquete en 2016, un 6,5% más que en el ejercicio anterior. A pesar de este crecimiento, también se incrementa el número de viajes al exterior que se realizaron sin contratar con una agencia o un turoperador: hasta 13,26 millones en 2016, un 3,44% más. Si se analizan los datos con más perspectiva, se percibe que en los últimos diez años, el número de viajes al extranjero con paquete han crecido un 21,9%. Sin embargo, los viajes sin paquete han aumentado un 43,4% en los dos últimos lustros.
Concentración y presión
Otro elemento de presión ha sido el de los grandes grupos turísticos, que se han movido para comprar los negocios quebrados o con dificultades que quedaban por el camino. De esta manera se eliminaba la competencia y se adquiría la base de clientes que contrataban esos productos. También sirve como presión a los turoperadores independientes que quedan en el mercado. El caso de Catai es paradigmático. La empresa fundada por Matilde Torres no se encontraba en grandes dificultades, pero, tras la muerte de la fundadora, la intención de sus hijos fue deshacerse del negocio. Grupo Barceló vio una oportunidad de quitarse de encima uno de los principales competidores en grandes viajes y, a la vez, adquirir el conocimiento y los clientes que atesoraba Catai tras 30 años de existencia. En 2015, Barceló ya había comprado otro turoperador: Special Tours.
La mayoría de los turoperadores desaparecidos focalizaban su negocio en productos de largo recorrido, como viajes a destinos asiáticos, africanos o americanos. En la venta de viajes a Europa, los márgenes son mínimos por la competencia de las agencias de viajes online y por la actitud del viajero para prepararse por sí mismo el trayecto. Sin embargo, en los destinos de más largo recorrido siempre es bueno contar con un experto y con un profesional que reciba al viajero en el destino. Este era el negocio de los turoperadores de larga distancia, pero la incertidumbre económica hizo que muchos bajasen precios con el fin de no perder clientes, lo que a la larga les provocó más problemas, puesto que los costes no descendieron en igual medida, y el margen de beneficio se fue erosionando hasta situarse en el 4% de media.
Entre los turoperadores independientes quedan Mapa Tours, Europamundo, Panavisión o Politours. Los grandes grupos controlan Special Tours (Barceló), Catai (Barceló), Tui Spain (TUI), Travelplan (Globalia) y Soltour (Grupo Piñero).
1 comment
Transrutas, la gran olvidada, sigue haciendo un trabajo magnífico en Europa y en Largas Distancias.
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