MADRID.- Ana María Gallego, titular del Juzgado Mercantil número 12 de Madrid, ha aprobado el plan de liquidación para el concurso de Viajes Marsans. En este plan, que ha sido presentado por la administración concursal, sólo se contempla el pago de las deudas a los trabajadores, la Seguridad Social y los gastos del proceso concursal, ya que los activos de la compañía no son suficientes para cubrir el resto de obligaciones. Esto significa que más de 11.000 acreedores se quedarán sin ver el dinero que Viajes Marsans les debe.
En un auto del pasado 11 de abril, la jueza dispone que “todo el producto de la liquidación se destinará, insuficiente, al pago de créditos contra la masa”, es decir, los gastos del procedimiento, los originados por la liquidación, salarios e indemnizaciones a los empleados (más de 2 millones de euros) y las cotizaciones a la Seguridad Social.
Viajes Marsans tiene un pasivo (obligaciones que cumplir) de 551 millones de euros, mientras que su activo (bienes propios) asciende a 281 millones, con lo que su agujero es de 270 millones de euros. Los administradores concursales han decidido vender todos los muebles, equipos informáticos y vehículos de la compañía para cubrir una parte de este déficit patrimonial, que se destinará al pago de los salarios, cotizaciones a la Seguridad Social y gastos del procedimiento. En el caso de que estos bienes no lograsen venderse, se subastarían judicialmente y, en último término, se destruirían.
Un dato curioso es que la magistrada entiende que las inversiones financieras, marcas y dominios de Internet de la compañía no tienen ningún tipo de valor. Marsans también contaba con dos inmuebles en propiedad y 140 oficinas alquiladas por toda España.