MADRID.- Internet ha permitido que los billetes de avión se popularicen de forma masiva en los últimos años, sin embargo, proliferan anuncios que nos prometen billetes a precios increíblemente económicos que, llegado el momento de contratar, no aparecen por ningún lado. ¿Existen realmente esos billetes tan baratos? Probablemente sí, pero seguramente estén adjudicados “a priori” y nosotros jamás tengamos acceso a ellos.
El trampa suele estar en el desglose del precio final, presentando un precio inicial muy barato al que posteriormente hay que sumarla tal cantidad que conceptos que, a la hora de pagar, el precio será igual y muy similar al de cualquier otra compañía. Si no es que más caro.
La cuestión es cómo conseguir un billete realmente barato y viajar siempre por el mínimo precio. Eso es posible y sólo hay que seguir una serie de pasos muy sencillos.
– No volar los fines de semana: hay que alejarse lo más posible de la franja entre el viernes y el lunes. Volar un martes o un jueves siempre es más barato y volar un miércoles es lo más barato que hay.
– Incluir un fin de semana: si tu vuelo sale un jueves y vuelve un martes, al incluir un fin de semana en tu viaje, el precio también suele disminuir un poco. Aunque probablemente el precio de tu hotel también será más elevado.
– Comprar los tickets de uno en uno: cuando compramos billetes en grupo, se nos ofrece un precio estándar, mientras que cuando se solicita sólo uno, el precio que nos ofrecen no sólo es el más bajo, sino que en ocasiones podemos encontrar también ofertas en categorías superiores.
– Comprar ida y vuelta: sí, aunque el vuelo sea sólo un trayecto, muchas veces compensa mirar también el precio de los dos trayectos, porque aunque parezca una locura… suele ser mucho más barato, sobre todo si el vuelo es de largo recorrido.
– Buscar rutas alternativas: algunas veces el viaje directo es muy barato y el vuelo con escalas es más caro, pero no siempre es así. De hecho, actualmente no se utiliza la lógica para esto, como sí se hacía hace años. A día de hoy, es recomendable probar diferentes posibilidades y no sólo la que nos presenta el buscador. Es muy buena idea, buscar “a mano” y probar varias conexiones posibles con el fin de ahorrarnos hasta el 50% del importe final.
– Aeropuertos pequeños: esto suele funcionar bien fuera de España. Los aeropuertos pequeños no sólo son más baratos, sino que además las tasas de vuelo son muchísimo menores. Lógico que no se aplica en España, pero que funciona en el resto del mundo. Si tu periplo puede incluir un aeropuerto pequeño (y que esté bien comunicado) has encontrado el final del arco iris.
– Volar de noche: los vuelos en horario nocturno o a esas horas intempestivas en las que ni las calles están puestas, son mucho más baratos que los cómodos horarios de media mañana o media tarde. Total, en el avión también se puede dormir…
– Elegir la clase “Economy”: que siempre es la más barata. Es la etiqueta que te lleva a las mejores ofertas.
– No facturar: esto no sólo es una ventaja a la hora de no tener que sufrir pensando en el momento en que perderán o romperán tu maleta, sino que la nueva moda de cobrar por bulto facturado y memeces semejantes, nos lleva a tener que decidir entre viajar con nuestro perfume “líquido” o llevar nuestra maleta con nosotros y ahorrarnos el precio de su facturación.
– Por último, consulta los precios de último minuto: esas plazas que están a punto de perderse, a veces se venden a precios realmente increíbles. Y nunca está de más echar un vistazo si la recompensa es volar a mitad de precio.
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